El pianista italo-francés Aldo Ciccolini (Nápoles, 15.08.1925; París, 1.02.2015) falleció el pasado 1 de febrero en su domicilio de París, ciudad en la que residía desde hacía más de cincuenta años. No se han dado detalles aún sobre su funeral y entierro.
Formado en el Conservatorio de Nápoles con Paolo Denza -un alumno de Ferruccio Bussoni- y Achille Longo, debutó en el Teatro San Carlo de Nápoles en 1941, pero debido a las dificultades económicas de la guerra y posguerra acabó tocando el piano en bares y pequeños locales. Su carrera despegó a partir de 1949 cuando ganó el Premio Marguerite Long-Jacques Thibaud de París. En 1971 obtuvo la nacionalidad francesa y entre 1970 y 1988 fue profesor de piano en el Conservatorio de París, donde fue maestro, entre otros, de Jean-Yves Thibaudet, Artur Pizarro, Nicholas Angelich, André Sayasov y Jean-Luc Kandyoti.
Como intérprete destacó por sus interpretaciones de música francesa, no sólo de Ravel, Debussy, Saint-Saëns o Satie, sino también de autores menos conocidos como Charles-Valentin Alkan, Déodat de Séverac, Jules Massenet o Alexis de Castillon. Realizó más de un centenar de grabaciones incluyendo dos ciclos completos de la música para piano de Satie y uno de Debussy, Janacek y Schumann, las Sonatas completas de Mozart y Beethoven, música española de Albéniz, Granados y Falla, Liszt, los Pecados de vejez de Rossini, etc.
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