domingo, 5 de septiembre de 2021

A 100 años de la insulina, que ha salvado a millones de personas



Por: Nelly Toche

“Antes, quienes vivían con diabetes casi estaban condenados a la muerte, sobre todo con tipo 1, de hecho, hay libros y publicaciones donde se decía que aquellos pacientes tenían que hacer unas dietas muy estrictas, muy hipocalóricas, incluso al ayuno, lo que provocaba una baja de peso importante. Tanto por la enfermedad como el tratamiento, esto generaba que los pacientes vivieran apenas unos cuatro y cinco meses”, platica la doctora María Elena Sañudo, endocrinóloga, especialista en diabetes, metabolismo, y directora médica de Sanofi General Medicines, en el marco de los cien años del hallazgo de la insulina.

En aquel momento dicha universidad vendió en un dólar la patente a diferentes compañías farmacéuticas con la idea de que rápidamente se pudiera producir y distribuir la insulina en el mundo y llegar a la mayor cantidad de pacientes. También se crearon comités internacionales en la Universidad de Toronto para estandarizar las unidades de insulina. Esto empezó con extractos porcinos y bovinos, porque eran los animales que se sacrificaban para el consumo de su carne, poco a poco fueron sofisticándose las técnicas.

Cien años después, este hallazgo sigue cambiando la vida de muchas personas; en nuestros días se calcula que en 2030 llegaremos a 560 millones de personas en el mundo con la enfermedad. En todo el mundo, el gasto reportado en 2019 por diabetes fue de 760 mil millones de dólares y en México la carga reportada por el Instituto Mexicano del Seguro Social en 2017-2018 fue de 41 mil millones de pesos, “esto hace pensar que la carga por diabetes es altísima para las instituciones públicas, pero en el sector privado también se calcula un gasto de bolsillo de hasta 89,000 pesos para su tratamiento, pero esto se puede incrementar hasta 13 veces en pacientes con complicaciones.

En 1921 el primer paciente, Leonard Thompson fue hospitalizado y en 1922 empezó su tratamiento, él fue quien experimentó por primera vez este cambio radical para una persona con diabetes, a través de la insulina logró incrementar su peso y vivir.

Nuevas insulinas permiten empoderar al paciente

Esto ha sido un hito para la vida de los pacientes y les dio una esperanza. La especialista explica que además hemos seguido avanzando, después de eso se buscó hacer más estable la insulina para lograr menos efectos secundarios en el organismo, incluso ya se tiene una insulina basal análoga (glargina) que ha cambiado todavía más la vida de los pacientes; porque de tener administraciones varias veces al día se convirtió en una dosis de una sola vez al día con mucho mayor estabilidad y menor riesgo de hipoglucemia.

Esa fue la primera generación de análogos de insulina, pero hoy en día ya se tiene una segunda generación de análogos como la glargina U300.

Sañudo asegura que los avances en el campo del desarrollo de la insulina han proporcionado mejores opciones terapéuticas y sobre todo una mejor calidad de vida, bajando riesgos como la hipoglucemia, pero algo igual de importante, ha sido empoderar a los pacientes.

“Que el paciente tenga el manejo de su propia enfermedad es fundamental”, el saber qué medidas de autocuidado hay que tener y hacerse cargo de su propio medicamento es posible con los avances de la ciencia.

Hoy, además de las nuevas insulinas existen plataformas donde los pacientes pueden registrar dosis y hacer conteo de carbohidratos, otros dispositivos que permiten también estar mucho más cercanos a una fisiología normal como las bombas de infusión de insulina y otros conceptos modernos que se han introducido poco a poco, por ejemplo, un páncreas artificial.

“Todo esto hará que a la larga se genere un círculo virtuoso entre sus hábitos higiénico-dietéticos, adherencia a los medicamentos y el conocimiento de los niveles de glucosa y contacto con el médico. Imaginar que después del descubrimiento y de que el primer paciente fue tratado de manera exitosa, hoy es la forma de mantener sanos a muchos pacientes, es algo que nadie hubiera imaginado.

El logro del descubrimiento de la insulina fue reconocido con el premio Nobel de Medicina en 1923. Este fue para Frederick Banting y John MacLeod. La investigación sobre insulinas continúa y seguramente vendrán terceras generaciones que se apliquen todavía con más eficiencia.

¿Sabías que?

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que destruye las células beta del páncreas. Esto significa que el cuerpo no puede producir insulina (o al menos suficiente). Cuando esto sucede, el cuerpo literalmente no puede alimentarse y comenzará a utilizar las reservas de proteínas y grasas para obtener energía. Esto puede parecer correcto, pero los niveles de azúcar en sangre suben peligrosamente. Además, puede aparecer una afección grave llamada cetoacidosis diabética (CAD) que, si no se trata, puede ser fatal. Por ello la insulina es literalmente un medicamento que salva vidas para las personas con diabetes tipo 1.

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