Por: Roberto A. Valenciano Capín
Ahora si fue el momento propicio de disfrutar de una noche muy Épica, gracias a la propuesta musical de esta banda emblemática de metal sinfónico en este espectacular escenario del Centro de las Artes "Centenario".
En su cuarta visita a estas tierras potosinas vuelven a tener esta anhelada comunión después de dos años de cierta lejanía incidida por esta pandemia, a pesar de ser una de las bandas que han mantenido una permanente interacción con su público a través de sus redes sociales.
Pero aún así, como bien se dice, no hay mejor experiencia que disfrutar la música en vivo y en donde “la emoción poética nos abre, nos dilata, nos encanta”.
La música de la banda australiana AC/DC fondea este gran espacio arquitectónico, el cual es pausado, para dar paso a esta obscuridad total, para después irse iluminando el escenario con esta luz azul, para ir apareciendo uno a uno los integrantes de la agrupación liderada por Simone Simons mientras se deja escuchar la intro de Eidola y de esta manera dar la bienvenida a la potente voz de la cantante que comenzó a entonar el tema "Abyss of time".
Acto seguido, como esta mediata revelación en donde puedes cerrar los ojos a pesar de estos espectaculares juegos de luces, en donde podrás imaginarte esta invitación a no solo expandir estos imaginarios sino envolverte a través de esta travesía musical integrada por aquellas canciones que como fanático necesitas escuchar, "siempre es necesario dar al público lo que pide, también colocamos algunas canciones antiguas y por supuesto las nuevas", comenta Mark Jensen, el guitarrista y fundador de la banda de metal sinfónico, con vida desde 2002, en una entrevista dada a un medio nacional.
Como también sonaron temas clásicos como: -Sensorium-, -Cry for the moon-, - The holographic principle. A profundis, - Unchain Utopía-, - Chemical Insomnia-, - Storm of sorrow-, - The Solace System-, - Quietus-, como también compartieron con sus seguidores mexicanos algunas canciones que integran su octava producción discográfica -Omega-. Hermosamente liberador y emocionante al abordar la evolución de la conciencia humana.
“El álbum es sumamente espiritual y retrata que de alguna forma todos nos desvanecemos hacia un punto de unificación definitiva, creo que hemos comenzado este proceso como revertir el bigbang y al final también volvemos a un punto nuevo, es un ciclo de vida”, explicó el músico respecto al material que dio vida a Omega alive, un disco en vivo lanzado en diciembre de 2021.
Un concierto altamente generoso, disfrutable y entrañable para sus seguidores, gracias a esta energía que fluye y confluye en esta catarsis musical como por sus líricas, como en esta ocasión el tradicional -Olé, olé, Épica, Épica- ahora no surgió de sus fanáticos sino de la misma Simone que se decantó no solo con su presencia física, sino también se pudo disfrutar de esta potencia y claridad de su voz ante las guturales de Jensen, como el pleno disfrute del mago Coen Jensen en los teclados, Ariën van Weesenbeek en la batería y Rob van der Loo en el bajo.
Es indiscutible que Simone Simons y Mark Jensen siempre buscaron mantener esta gran interacción con el público, como fue desde intercambiar un par de palabras en español, bromear, así como la hiperactividad y empatía de Issac Delahaye de tocar entre el público y que se vio refleja en el júbilo de aquellos de estar cerca de él, claro, una forma de agradecer esta entrega que se transmuta a estos momentos de volverse en una sola voz refrendada por su grey en esta fresca noche en esta capital potosina.
Es así como hicieron vibrar y consolidar esta comunión no solo a muchos de sus seguidores sino a familias enteras que se dieron cita, al tener acceso a menores de edad y de esta manera ser parte de esta experiencia musical y vivencial.
Asimismo, no faltó este agradecimiento de la banda holandesa por esta entrega de sus seguidores, en donde Simone Simons blandió y se cubrió con la bandera mexicana, y de esta manera refrendar con un entrecortado español "Qué onda cabrones. No sé qué decir, siempre es un sueño tocar aquí, han sido tan amables con nosotros. Viva México cabrones".
Y de esta manera, confirma no solo lo mucho que le significa México para Épica, al ofrecer cuatro canciones más, para así despedirse y lanzar al público algunos souvenirs y agradecer del estar hay con ellos.
Un remanso de todo lo ocurrido en esta buena noche de metal sinfónico, al ser interrumpido por la salida por uno de los accesos de los integrantes de esta banda holandesa, en donde tanto Mark Jensen como Issac Delahaye que siempre han sido muy cercanos a sus fans, se acercaron para tomarse la foto o simplemente saludarlos con esta euforia que se suscitó en esta noche, en contraposición de Simone Simons que a lo lejos saludo a sus epicans, rodeado por seguridad y gente de su equipo.
Es también de destacar la participación de la banda mexicana Aryem, que compartieron por primera vez en esta capital potosina su propuesta musical de metal sinfónico, a través de sus tres producciones discográficas, haciendo énfasis en su más reciente producción discográfica - La Asamblea de los pájaros (2020) y comentaron que esperan pronto volver a ofrecer un buen show.
Indiscutiblemente, siempre serán parte de su historia. Una historia que continua de forma brillante, de hay este agradecimiento por las facilidades a Cantodea Producciones para ser testigos de este concierto.
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