El director escénico Luis de Tavira celebra la paradoja. Para el final de este año, en el que los recortes presupuestales al INBA apretaron a la Compañía Nacional de Teatro (CNT), ésta habrá incrementado su número regular de funciones.
"Vamos a terminar dando más de 400, es decir, muchas más que días tiene el año", vaticina.
Lo dice tras la presentación de uno de los estrenos que se salvaron, Éramos tres hermanas, que salió a flote gracias a que la Secretaría de Cultura del DF, a través del Sistema de Teatros de la Ciudad, ayudó con el foro y algunos recursos de producción.
Confrontado por la falta de dinero para los estrenos, el director de la CNT se había decidido a trabajar con los 50 espectáculos que conforman el repertorio de la compañía, a través de remontajes, y confiar en los actores.
"(La CNT) es un proyecto que en una situación como ésta demuestra sus enormes beneficios. Al apostar por la estabilidad, al concentrar la inversión en un elenco de actores estable, es posible mantener vivas las producciones", explicó.
En lo que respecta al resto del año, De Tavira confía en que se pueda estrenar El último encuentro, bajo la dirección de Salvador Flores, en Puebla y llevar a cabo un homenaje al dramaturgo Vicente Leñero.
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