EFE
El Festival de Ópera Richard Wagner de Bayreuth abre con un "Oro del Rin" de pulso joven el "Anillo del Nibelungo", un estreno que el templo wagneriano recibe como una catarsis, tras dos años de retrasos por imperativo de la pandemia.
A Valentin Schwarz le corresponde el desafío de poner a escena la ambiciosa tetralogia, el más extenso ciclo del circuito operístico clásico: son casi 16 horas, más los correspondientes entreactos -de una hora de duración en Bayreuth-, repartidas a lo largo de la semana.
El "Oro del Rin" es una especie de etapa prólogo, sin pausas, y también una oportunidad para tantear los aprecios o rechazos que despierte en el exigente público de Bayreuth. El veredicto o juicio sumarísimo del festival bávaro surgirá el viernes, con el "Crepúsculo de los Dioses".
El austríaco Schwarz, de 33 años, es el segundo director escénico más joven en la nómina de quienes estrenaron la tetralogía en Bayreuth, un festival con casi 150 años de historia volcado a un único genio, el de Wagner.
Solo le aventajó en juventud el francés Patrice Chéreau, quien con 31 años la estrenó con Pierre Boulez a la batuta, en 1976.
La producción se convirtió en legendaria y se la reconoce aún como el mejor "Anillo" de la historia moderna; pero su victoria no fue inmediata: hasta que se le admitieron los méritos tuvo que encajar furiosos abucheos de la ortodoxia wagneriana.
Al directo antecesor de Schwarz, el berlinés Frank Castorf, se despidió de Bayreuth en 2017 tras cuatro temporadas soportando las iras wagnerianas contra un "Anillo" que discurría entre burdeles de carretera y torres petroleras.
Son muchos años esperando el siguiente estreno de la gran obra. La directora del festival, Katharina Wagner, quiso marcar un hito colocando a una mujer al frente de la tetralogía -Tatiana Gürbaca-; pero la elegida declinó.
Empezó una larga espera y búsqueda de relevos. El cierre de la vida pública por la pandemia dejó Bayreuth en silencio en 2020; en 2021, con una programación aún bajo restricciones, se decidió postergar el nuevo "Anillo" un año más.
El covid no quedó atrás, como evidenció la necesidad de buscar una batuta de emergencia tras contraer el virus el director previsto, el finlandés Pietati Inkinen.
"Por fin, llegó el gran día", anunciaba este domingo la dirección del festival, a través de su cuenta en twitter, con una fotografía del sonriente Schwarz junto a Cornelius Meister, el sustituto de Inkinen.
Schwarz ha dado a su "Anillo" aires de serial televisivo, a lo "Netflix", según avanzaba estos días el semanario "Der Spiegel", obviamente sin revelar más detalles.
Meister iba a ser el director del "Tristán e Isolda" que inauguró la temporada, el pasado día 25, y que en medio de la reorganización apresurada pasó a Markus Porschner.
TEMPORADA EXCEPCIONAL
Que Bayreuth acabase programando dos estrenos -el del "Anillo" sigue al nuevo "Tristán" inaugural- era de por sí algo excepcional en ese festival, que desde los años 50 solo ha presentado una nueva producción -o incluso ninguna- por cada temporada.
"El más rápido, el más joven, el todoterreno", titulaba el órgano oficioso del festival, el portal www.richards-magazin.de, en su programa previo a estos estrenos. El título de rápido se lo ha acreditado Roland Schwab, director escénico de un "Tristán" cuya producción se zanjó en unas pocas semanas. El de joven era para Schwarz. Y el de todoterreno para el tenor Stephen Gould, puntal de la temporada.
A Gould se le recibió como un héroe en el "Tristán", acompañado de otra veterana en la casa, Catherine Foster, su "Isolda".
Volverá sobre el escenario en los próximos días como "Tannhäuser", una de las reposiciones de la temporada, e interpretará al Sigfriedo en el "Anillo"".
Bayreuth es un festival con reputación de tener siempre un "Plan B" para cualquier incidencia. Si algo le ocurre a Gould, serán necesarios tres relevos para puestos protagonistas, del total de ocho piezas que incluye la presente temporada de Bayreuth.
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