Silvestre Revueltas desde la mirada del escritor Eusebio Ruvalcaba en el IPBA

Por: Roberto A. Valenciano Capín

 

 

A partir de esta visión muy particular de este melómano como se define el escritor Eusebio Ruvalcaba quien ofreció una charla muy particular sobre el compositor duranguense  Silvestre Revueltas con motivo de sus 75 años de fallecimiento, en la Galería Antonio Rocha del Instituto Potosino de Bellas Artes.

Una mirada penetrante con sus barbas canas que se entreabren no solamente para permitir escuchar sino también ver sonreír al escritor tapatío, sino al ser humano arropado por libros, copias de sus textos y un vaso verdoso en contraposición de una jarra de agua y su más reciente libro -Embajadores de la música. Correspondencia apócrifa entre compositores-.

 

Se dijo ser un agradecido de tener esta afición al heredar no solamente todo este bagaje musical, sino también este aguzada sensibilidad musical,  gracias a su señor padre, el gran violinista Higinio Ruvalcaba y agregar. " A mí me arrullaban con música de los grandes compositores a través de sus sonatas de Brahms, Schubert".

 

Pero el motivo que lo convocó a dar esta plática es indudablemente generar esta conversación entorno a  esta gran empatía y conocimiento de causa entorno a este compositor duranguense, Silvestre Revueltas, así como compartir un poco su punto de vista  a través de textos: poesía, cuentos y ensayos entrelazados por la creatividad y genialidad hecha música de  Revueltas,  considerado  como el más influyente compositor mexicano, por el alcance y originalidad de su música de cámara y de ciertas obras que se han vuelto una parte muy importante del repertorio orquestal.

No hay mejor manera de iniciar este caleidoscopio literario musical entorno al originario de  Santiago Papasquiaro, sino es a través de su música, al decantarse y disfrutar del Cuarteto de Cuerdas No. 2 "Los Magueyes".

 

Entorno al cual destaco el escritor jalisciense que  fue uno de los pocos compositores  que se ocupó en realizar cuarteto de cuerdas por la dificultad que conllevaban la misma, además de ser éste un primer acercamiento a este sensibilidad espiritual del Mtro. Revueltas.

 

Para después leer el poema de su autoría " Silvestre Revueltas", al contar una anécdota basada en una fotografía de Revueltas que cargaba siempre su señor padre cuando se iba de gira a tocar, el cual heredó con mucho gusto y  conserva amorosamente en su pequeño estudio en el D.F., en donde, por cierto, en una de sus paredes tiene un altar de la santísima trinidad, integrada  por las fotos de Silvestre Revueltas  como de Pancho Villa y completada con un gran alacrán de mimbre-con sus manos nerviosas da la dimensión del tamaño de este animal".

 

Con esta potente caja de resonancia, se degusto también de la obra- Sensemayá-, de la cual se refirió "Bien podría considerarse Sensemayá, de Silvestre Revueltas, la obra musical mexicana por antonomasia. No hay quien resista su embrujo. De ritmo telúrico, su orquestación es vasta y vigorosa, aún más que la de Redes y Janitzio, esas otras dos obras maestras orquestales".

 

 

"Sensemayá. Es la radiografía musical de México. Todo lo mexicano está allí: las cascadas y los desiertos, el cielo despejado y la bóveda umbría, el sol inclemente y la noche luminosa e iluminada. Los niños chilapastrosos y las madres sobreprotectoras, los borrachos hediendo y las quinceañeras cursis. Las hembras y los machos, los días y las horas, los minutos y los años"

 

Indudablemente,  Ruvalcaba tiene esta gran virtud de transparentar a este desenfrenado creador, al desnudarlo y ofrecer sin cortapisas de este lado humano, reflejo en este muy recomendable cuento titulado - En el antiguo Conservatorio de Música de México-, del cual tuvo la  fortuna de conocer y tener amigos que formaban parte de este conservatorio.

 

Un cuento basado en la anécdota que le conto Blas Galindo, compositor jalisciense, cuando Revueltas era director del antiguo Conservatorio Nacional de Música.

 

 "De pronto se acercó una chica, la cual lloraba a lágrima viva. Se aproximó al director y le dijo: “Maestro, le quiero solicitar un préstamo. Mi mamacita acaba de morir y no tengo un cinco para enterrarla. Yo veré el modo de pagarle”, a lo que Revueltas respondió: “Lo lamento mucho, pero ésta no es una institución de caridad. Con trabajos hay dinero para pagarles a los maestros, menos para hacer préstamos personales”. Entonces la joven dio media vuelta y emprendió el regreso, sin dejar de llorar. Pero en ese instante Revueltas la llamó con el clásico psss, psss. La muchacha regresó y Revueltas extrajo del saco el sobre de su quincena: “El Conservatorio no tiene dinero para prestarle —le dijo—, pero yo sí. Tómelo”, y le extendió el sobre".

 

"México es música. México es Silvestre Revueltas. México es alegría y dolor vueltos música", se hizo nuevamente, gracias al hacernos degustar de su obra -Caminos-, para entrelazarla con  este texto  titulado -Acercamiento a la vida de Silvestre Revueltas-.

 

"Silvestre Revueltas es una caja de resonancia cuya reverberación dista mucho para que se agote, a pesar de que así se intentó —no en balde, no hace mucho su nombre no existía para la historia oficial de la música en México, aunque se citaba con reverencia entre los músicos. Militante de izquierda, sin embargo mantuvo la independencia de su música. Con él las sorpresas no cesan. Se escuchan sus obras, sus poemas sinfónicos, su música de cámara —no es posible oír Homenaje a García Lorca sin que los ojos se aneguen de lágrimas— y su figura crece, en sentido inverso a como decrecen otras. Es un gigante de la música universal, y su obra se mantiene en constante evolución sin que le haga mella su trágica biografía".

En donde cada frase o idea musical expuesta, es pulsada, sentida y arropada en el escritor, ya sea al cerrar sus ojos, o provocar el cautivarse al  punto de generar la cavilación, simplemente volverse parte de estas imágenes musicales propuesta o sugeridas por este compositor duranguense.

Para ser decantado con esta otra versión de esta colosal -Sensemaya-. No sin antes dar por concluida esta certera y puntual aproximación a este compositor y genio musical duranguense con esta -Carta de Silvestre Revueltas a Beethoven-, inscrita en estas cartas apócrifas  de su libro  -Embajadores de la música. Correspondencia apócrifa entre compositores-.

 

Con un sencillo ¡gracias! y una sonrisa, dio por terminada esta mirada de Eusebio Ruvalcaba hacia Silvestre Revueltas.