Por: Ricardo Quiroga
"En estas ideas preconcebidas, si no embonas, no eres aceptada socialmente y te ponen en el anaquel de lo olvidado, de lo rechazado, de lo invisible”.
Patricia Aridjis, fotógrafa documental.
En 30 años de carrera, la fotoperiodista y fotógrafa documental Patricia Aridjis ha sabido urdir una línea de trabajo bien definida, si acaso, por dos hilos paralelos que suelen entramarse y luego se separan. Por un lado, el retrato de los residentes de la estigmatizada periferia, una no necesariamente geográfica; por el otro, las mujeres oprimidas, sentenciadas, marcadas, discriminadas… todas las mujeres en mayor o menor medida, por violencias a veces tan pequeñas que parecen insignificantes y a veces tan enormes pero minimizadas y desdeñadas hasta encarnarse.
Encarnar, usar el cuerpo para procesar el arte. A eso se ha dedicado Patricia Aridjis en sus tres décadas de trabajo fotográfico, sobre todo en la serie que presenta a partir de este sábado en el Centro de la Imagen con la exposición Mujeres de peso, un ensayo visual sobre el cuerpo femenino, sus geografías heterogéneas y una afrenta a las normas a todas luces punitivas que nos han dictado una estética del cuerpo como una cárcel que no debe exceder sus límites de oro, y allá de las mujeres que no quieran o no puedan consagrar la liturgia de la esbeltez, porque serán azotadas con palabras, señalamientos, golpes y condenas que también habrán de encarnarse hasta en la mente como un tormento.
Galería de Patricia Aridjis: Mujeres de peso
Las formas que no nos pertenecen
La muestra, a exhibirse en cuatro salas del recinto de La Ciudadela, “surgió a partir de mi propia postura como mujer y cómo ha ido transformándose mi imagen a través de la edad, es sobre esta imposición social que hay principalmente hacia las mujeres”, desentraña la ganadora de la Medalla al Mérito Fotográfico 2020 en vísperas de la inauguración.
“Hay una vergüenza de no encajar en los parámetros de belleza. Si envejeces es malo, si engordas es malo, si tienes arrugas o canas es malo. De manera consciente o no, las mujeres compramos estas ideas y queremos encajar en esas formas que de pronto ya no nos pertenecen y no deberían de pertenecernos”.
Una exposición es también una confrontación, afirma quien en abril pasado fuera homenajeada en el contexto del Festival Internacional de la Imagen. Y el corazón que irriga energía en el afán confrontativo de Mujeres de peso yace en el valor de todas las mujeres que se han desnudado no solo literalmente sino desde el alma para plantarse frente a la cámara de Aridjis y descoyuntar todos esos terrores constreñidos por siglos sobre los pliegues de sus cuerpos y el tuyo y el mío, nuestros cuerpos.
“Agradezco mucho a las mujeres que se han dejado fotografiar porque el suyo es un acto de generosidad y aceptación. Algunas de ellas accedieron a ser fotografiadas, pero que no aparecieran sus rostros. Al principio sentí que eso podía ser una limitante, pero luego lo asimilé como una constante. Además, me pareció que finalmente el cuerpo también nos da identidad, no sólo el rostro y cuando pensamos en un cuerpo obeso, normalmente pensamos en un mismo tipo de cuerpo, pero la verdad es que cada uno tiene sus geografías, sus recovecos”.
Llegar a ese nivel de intimidad
Muchas de las piezas fotográficas que se exhiben a partir de este sábado se trabajaron en la intimidad: algunas de pie, emulando los desnudos de Rubens, otras sobre el sofá, como los desnudos Lucien Freud. Pero también hay retratos tomados de la calle, de mujeres a las que Aridjis decidió abordar en varias ciudades del país, para conversar y generar un vínculo que le permitiera incorporar sus historias en la serie.
“Hay mucho trabajo detrás que te lleva finalmente a la fotografía, sobre todo cuando se trata del desnudo. Llegar a ese nivel de intimidad requiere comunicación y confianza. No pude llegar a estos resultados sin haber conversado ampliamente con las modelos. No es fácil desnudarse solamente a nivel metafórico sino literal”, explica la artista por una parte.
Dentro de la exposición se muestra un video con imágenes de mujeres a quienes Aridjis entrevistó en la vía pública. En este material se incluyen audios con testimonios de aquellas que aceptaron colaborar con esa extraña fotógrafa que un día como este se acercó y dijo: “Hola, mi nombre es Patricia Aridjis, soy fotógrafa. Estoy haciendo un trabajo sobre la percepción del cuerpo y me gustaría platicar contigo”.
Un repositorio de historias sobre las microviolencias y macroviolencias, en eso también se convirtió este trabajo de la artista de la lente nacida en Michoacán en 1960. “Estás bonita, pero si adelgazaras, estarías mejor”, parece una frase inocente y hasta coqueta. De esos, decenas de testimonios y Aridjis da cuenta de ellos.
Mujeres de peso
Patricia Aridjis
Centro de la Imagen
Hasta el 21 de agosto
Entrada libre
#PatriciaAridjisCI
Esa fotografía sí se ve
La obra de Patricia Aridjis se ha documentado de manera individual en libros como Las horas negras (2007) y Ensayo fotográfico sobre mujeres en reclusión, Ojos de papel volando (2012). Ha compartido créditos con otros grandes nombres de la lente en al menos una veintena de antologías colectivas. De ella se han realizado más de 25 exposiciones individuales y ha participado en más de 60 muestras colectivas nacionales y en el extranjero. En 2020 recibió la Medalla al Mérito Fotográfico otorgada por el INAH y la Fototeca Nacional y es integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
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