lunes, 27 de junio de 2022

Traza la ruta de mestizaje del español de México



Por: Ricardo Quiroga

"Como señalan Alfredo López Austin y Leonardo López Luján en su libro El pasado indígena, el México antiguo nunca existió como entidad histórica. Sus límites se fijan artificialmente a partir de las fronteras políticas de nuestros días”.Luis Fernando Lara, lingüista.

 “Históricamente hemos estado muy separados los hispanistas de los indigenistas. Esa separación en el caso de México es absurda, porque si queremos comprender a unas y otras lenguas, tenemos que estudiarlas juntas, no debemos separarlas”.

Es una observación del lingüista, investigador y académico Luis Fernando Lara, miembro de El Colegio Nacional, dicha en el arranque del ciclo Historia del español de México 2022, que la noche del lunes se instaló de manera presencial en el Aula Mayor de dicha institución, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Suele pensarse que el español de finales del siglo XV, ese que finalmente se impuso en el territorio americano, era ya una unidad consolidada y generalizada, tal como se asimila a gran parte de las lenguas hoy en día. Sin embargo, el también director del proyecto del Diccionario del español en México, de El Colegio de México, y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013 refutó la concepción.

“Me parece que no es así como debemos considerar al castellano de entonces, porque era algo que estaba variando (…) la península (ibérica) era un gran espacio comunicativo, y en él sus habitantes se comunicaban entre sí mediante sus distintas lenguas: el castellano, el latín en la iglesia y las universidades, el aragonés, el catalán valenciano, el portugués gallego, el vasco y el árabe andalusí por nombrar solo los más importantes. Había individuos que hablaban diferentes dialectos, pero lograban entenderse entre sí”.

En los años previos e incluso durante la Conquista, en la península se hablaban distintas lenguas que, sin embargo, hallaban puntos de entendimiento, quizás como sucede hoy en día con el español, el portugués y el italiano. Todo eso gestó, dijo, “un espacio variacional” sobre el castellano hasta convertirlo en la lengua que hoy en día asimilamos como español. En consecuencia, declaró, “no podemos pensar en la existencia de un castellano idéntico a sí mismo sino en uno en plena evolución, variado en su constitución”.

Quienes se embarcaron

Asimismo, precisó que es errónea la creencia popular de que eran “malhechores” quienes finalmente se embarcaron en las naves de camino a la conquista de América. Desde las llamadas Casas de Contratación, en Sevilla, se controlaba de manera minuciosa a quienes podían embarcarse con rumbo a nuevas tierras.

Una vez obtenido el permiso, el interesado debía esperar meses hasta que se le asignara lugar en una nave. “Entre tanto, tenían que sobrevivir en Sevilla como pudieran, mezclándose con la población y posiblemente asimilando su carácter y su manera de hablar. Esta es una hipótesis. Este hecho habría sido la principal causa de que el español que llegó a América tuviera una impronta andaluza y específicamente sevillana”, postuló el lingüista.

Distancia de la historia escolar

Otro fenómeno “fascinante” de esta mezcolanza hoy en día llamada español, relató el colegiado, sucedió ya en territorio americano, de inicio con la enigmática relación de traductores que acompañaron a Hernán Cortés en su travesía por el territorio: Gerónimo de Aguilar, náufrago que aprendió maya durante su cautiverio y le traducía al español, y Malitzin, quien hablaba maya y náhuatl, y cuando había que traducir del náhuatl lo hacía a través del maya interpretado por De Aguilar.

Luis Fernando Lara señaló que para comprender mucho mejor el proceso de nuestra historia y el desarrollo de la lengua española que hoy nos define, es necesario renunciar a la idealización del mundo prehispánico y a la repulsión del mundo europeo, dos imposiciones de los sistemas educativos del pasado, y vigentes en muchos de los casos.

“Tenemos que separarnos de la historia escolar que nos enseñaban y así podremos apreciar mejor a sus individuos. Podríamos apreciar mejor a la Malinche, por ejemplo. Ahora que quitaron a Colón del Paseo de la Reforma, yo decía: ¿y por qué no ponen a la Malinche? Es quien más se lo merece. Es decir, tenemos que recuperar la humanidad de nuestra historia y olvidarnos de todas las caricaturas que nos enseñaban”.

La vasta población precortesiana

A lo largo de dos horas de postulaciones y referencias temporales y geográficas, el colegiado también demostró la relevancia del pasado precortesiano y su distribución geográfica para la compresión del modo en el que a posteriori el español se expandió y se impuso en todo el territorio precolombino. Asimismo, señaló una importante carencia de estudios históricos sobre las lenguas septentrionales, cuyas culturas tendieron a desaparecer aún más que las del centro del país, aunque la conquista del norte no se concretó sino hasta el siglo XVII.

Detalló que a lo largo de 350 años después de la Conquista, los investigadores documentaron cerca de 1,000 nombres de grupos étnicos en el país. “Esto quiere decir que la población precortesiana, en términos de etnias, era enorme. Lo digo porque los libros canónicos de historia, hechos en España, solían pensar que el continente estaba deshabitado y que habían llegado los españoles y todo se había impuesto fácilmente”.

Luis Fernando Lara seguirá trazando los pormenores de la gestación de la riqueza del español mexicano a lo largo de cinco sesiones más hasta septiembre próximo en El Colegio Nacional.

Próximas conferencias:

Viernes 1 de julio:

La lengua de los conquistadores


Martes 19 de julio

Nueva España: la convivencia del español y el náhuatl


Viernes 5 de agosto

La expansión del español


Lunes 22 de agosto

Los Decretos de Nueva Planta, la Ilustración novohispana y sus efectos sobre las lenguas


Viernes 2 de septiembre

El español en el México independiente.




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