Por: Brenda Mireles
Erik Rivera es un artista que desde los inicios de su carrera en 2001 no ha dejado de experimentar. Conocido por sus cuadros de personajes con grandes ojos y con rasgos y escenarios a menudo infantiles, Rivera ha expuesto sus creaciones en sitios de la Ciudad de México como el Metro, el Museo del Chocolate y el Centro Histórico, y de forma internacional en París.
Egresado de Diseño Gráfico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), “el niño terrible” como se hace llamar, inició su carrera artística hace 18 años en una exposición colectiva en El Chopo, con una obra llamada “En el capullo de B”. También ha trabajado en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de México como diseñador editorial, cosa que sigue haciendo bajo comisiones especiales.
La temática preferida de este artista es el retrato de personajes, sintiéndose particularmente atraído por “los paisajes emocionales de la gente” reflejados en los ojos, que considera la parte más importante. “Mis cuadros no están hechos para que los miren, son ellos los que te miran a ti”, dijo.
Entre las exposiciones más conocidas de Erik Rivera se encuentran “Niños Princesa” y “Maricón”, ambas con temática LGBT que han estado en la Universidad Autónoma Metropolitana, la UNAM y el Politécnico de la capital de México. En marzo montó “Jotón, amor de mis amores” en el Centro Cultural San Ángel, en el sur de la ciudad.
Experiencia profesional al alcance de todos
Como buen artista, Erik Rivera busca constantemente nuevas experiencias, por lo que desde septiembre de 2018 se desempeña también como profesor de pintura en “Art & Sip” en Polanco, un novedoso concepto que acerca el arte a cualquier persona (tenga o no experiencia).
La experiencia resultante, a decir de los alumnos, es un divertido momento de convivencia, aprendizaje, risas y creación de un cuadro que podrán llevarse a sus casas o regalar, con la opción de volver las veces que deseen para crear una nueva obra de arte.
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