Por: Fabiola Palapa Quijas
La bailarina y coreógrafa Miroslava Wilson (Ciudad de México, 1979), codirectora de la compañía Péndulo Cero, aseguró que el motor que mantiene a un artista escénico “es tener la claridad de que la expresión artística, en este caso la danza, es un arte esencial que conecta con las personas; es transformar y tener espacios de vivencias, ser una voz que da perspectiva sobre el acontecer de la vida”.
Convencida de que el quehacer artístico puede “ayudar a sanar a una sociedad, porque a través de la escena se refleja a la sociedad en sí misma”, la creadora es una de las fundadoras de la agrupación dancística que recientemente celebró su 15 aniversario en el Centro Cultural Tijuana.
Consideró que “la danza que usa al cuerpo para manifestarse, y resulta sustentable porque nos usamos como vehículo de expresión, es un reflejo de esta humanidad, de este sentir humano”.
Para este año, Péndulo Cero ofrecerá una serie de talleres: santuario corporal, movimiento integral corporal y uno enfocado en el bienestar de los adultos. Los interesados pueden escribir al correo pendulo.cerodanza@gmail.com
“Empezamos 2023 con clases en el Centro Cultural Tijuana y también esperamos que nos favorezcan los resultados de algunas convocatorias, porque queremos mover nuestras obras a mediados de año”, adelantó Miroslava Wilson.
En entrevista, la codirectora de Péndulo Cero expresó también que estos 15 años del grupo han sido de transformación. “Desde su creación, el primer impulso de la compañía fue la creatividad, ser una plataforma de creación. Es decir, quienes fundamos y cofundamos Péndulo Cero en 2007, que fuimos Rubén Valencia, Gabriel Ledón, Carlos González y una servidora, desde un inicio tuvimos obra de los cuatro, porque así se definió.
“También se acordó la intervención del grupo en espacios, y en la forma de colaborar había una especie de complicidad creativa; nos íbamos turnando en ese tiempo y eso se mantuvo vigente casi hasta los 12 años de Péndulo Cero”, indicó Wilson.
Añadió que en estos tres lustros el grupo maduró y reflexionó sobre el lenguaje corporal en la escena, y ella, al igual que otros integrantes, se interesaron en el enfoque de prácticas somáticas, “que son las que enaltecen la experiencia de conocer y entender el cuerpo como principal objetivo; es decir, todo el conocimiento atraviesa el cuerpo y tiene algo vivencial; esto permitió un enfoque en las prácticas corporales del grupo”.
Para Miroslava, los 15 años de la compañía también han sido arriesgados, porque se atrevieron a realizar cosas diferentes. “Nos aventuramos en la forma de organizarnos, en cómo financiar nuestro trabajo y cómo producirlo en alianzas con profesionales de las artes, organizaciones de emprendimiento cultural.
“Los colegas y la familia han sido cómplices en este camino de mucho aprendizaje, en la manera de entender el consumo de las artes, porque las producciones han cambiado entre la cultura del convivio y la oferta de entretenimiento a través de las plataformas digitales, lo cual ha impactado en la incursión de videodanzas y las colaboraciones interdisciplinarias.”
Una de las características de la agrupación es que ofrece propuestas para diversos públicos, como el infantil, con capacidades diferentes, en específico para la comunidad sorda. Además, han realizado presentaciones en países como Guatemala, China, Japón, Corea, India y Estados Unidos.
El grupo cerró 2022 con la presentación de Ballenas: Historias de gigantes, experiencia de danza y video 3D que presentó en el Centro Cultural de Tijuana para conmemorar su 15 aniversario y celebrar las 250 representaciones de esa pieza.
La obra está inspirada en cuentos y leyendas de pueblos originarios de México y Chile, innovadora por suinteractividad entre danza y proyecciones 3D.
“Esa obra nos ha llevado por todo el mundo y nos recuerda que parte del trabajo depende de la creación compartida y de la visión de lograr un desarrollo artístico social y humano. Esto nos llevó a coproducir varias obras”.
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