Para llegar al Pueblo Mágico de Real de Catorce en el Altiplano potosino tendrás que pasar por el Túnel Ogarrio, construcción emblemática de aquella zona y en donde los viajeros siempre se detienen para tomarse la foto de la anécdota. Esta «puerta» al misticismo cumplió este 2 de abril, 120 años de que finalizara su construcción e inauguraran en 1901.
Cuentan los historiadores potosinos que la inauguración estuvo encabezada por nada más y nada menos el presidente de la República de ese entonces, don Porfirio Díaz, mismo que rompió una botella de vino en una de las paredes de la entrada y después se trasladó a la capital para asistir al baile de los lanceros en La Lonja, el club de la aristocracia potosina, el cual hoy prácticamente ha desaparecido y está abandonado, ubicado en la calle de Aldama esquina con Madero.
El Túnel Ogarrio se terminó de construir para comunicar a Real de Catorce con otras localidades mineras, como La Luz y Potrero. Mide 2,300 metros de largo y su costo ascendió a 1 millón de pesos de ese tiempo. Para su realización se aprovechó el socavón de una mina, por orden de la casa de don Gregorio de la Maza de la Puente, con trazo de don Roberto Urizar.
Hoy por hoy, el túnel es una gran atracción turística, ya que funge como un aperitivo para los que van a disfrutar del paisaje, calles y cultura de Real de Catorce. Atravesar sus poco más de dos kilómetros es una experiencia inigualable, su luz ambiental dota de una imagen mágica, la cual es muy bien aprovechada para los aventureros que recogen video y fotografías del interior.
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