Por: Ricardo Quiroga
Uno de los indicadores más claros del estado de la economía cultural son las fuentes de empleo generadas, que tuvieron un retroceso de más de una década, observadas en la Jornada Nacional de la Cuenta Satélite de la Cultura organizada por el Grecu.
El primer año de la pandemia, 2020, no fue amable con el sector cultural que, por sus propias características, estaba abocado a ser uno de los sectores más golpeados en el país mientras las condiciones sanitarias no permitieran el cara a cara. desarrollo.
Por segundo año, las condiciones mejoraron, aunque no eran deseables. Con los datos actualizados de la Cuenta Satélite de la Cultura de México, del INEGI, presentados a fines de la semana pasada, es posible observar la pérdida y capacidad de recuperación de la cultura en el país durante los dos años anteriores.
Tal y como informó este periódico con la publicación de los datos, durante 2021 la actividad cultural mostró un crecimiento del 7,5% tras una caída en 2020 del 8,9%. A grandes rasgos, las actividades culturales con mayor dinamismo fueron las artes escénicas y los espectáculos, es decir, aquellas que pudieron recuperar la presencia física de audiencias masivas. Música y conciertos tuvo una variación favorable de 28,4% con relación a 2020, mientras que el repunte de artes escénicas y espectáculos fue de 22,5 por ciento.
Asimismo, el sector generó en promedio tres empleos de cada 100 en el país y el subsector que más aportó fue el de las artesanías, con un 40 por ciento.
Con ello y también con el crecimiento a doble dígito de sectores como el diseño y los servicios creativos y la producción cultural de los hogares, entre otros, la participación de la cultura en el PIB nacional en 2021 fue del 3,0%, frente al 2,9% de 2020 y el 3,1% de 2019.
Analizan los datos de cultivo.
Los datos vertidos en esta cuenta satélite son tan vastos y diversos que sirven para análisis extensos centrados en la actividad cultural y deben socializarse como herramienta de exploración y autoconocimiento de los agentes culturales y del público en general.
Esa es la convicción que empuja la Tercera Jornada Nacional de la Cuenta Satélite de la Cultura de México, un conversatorio anual entre especialistas organizado por el Grupo de Reflexión en Economía y Cultura (Grecu), este año en colaboración con el Inegi y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). De esa jornada participaron Antonio Mier Hughes, economista en jefe del Grecu; Maite Málaga, coordinadora del programa México Creativo; Marissa Reyes, coordinadora del foro Economía y Cultura de la UACM, y Manuel Pérez Tapia, subdirector de Cuentas Satélite, moderados por Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del Grecu.
Antonio Mier Hughes explicó: “estamos viendo un sector cultural que fue noqueado por la crisis en la pandemia. Registró una caída mucho mayor que el resto de la economía y, sin embargo, en esta etapa de recuperación tuvo un crecimiento a un ritmo mayor. Fue de 7.5% frente al 4.6% nacional, que es un buen indicio. Después de ver la gráfica en términos históricos, da la apariencia de que el sector cultural va a tomar dinamismo. Digamos que es un poco más que procíclico porque las caídas son pronunciadas, pero también los aumentos son mayores. Sin embargo, de acuerdo a los valores en términos constantes, vuelve a quedar por debajo del nivel que tenía en 2019”.
Crecimiento, no recuperación.
El del empleo en la cultura fue uno de los temas en donde más se ahondó. De acuerdo con cifras históricas del Inegi, entre 2008 y 2021 el punto más alto de empleos generados por la cultura fue en 2018, con poco más de 1.41 millones. Sin embargo, para el año siguiente (antes de la emergencia sanitaria) la cultura ya había perdido más de 23,200 empleos y en el 2020 la debacle fue de casi 190,000 fuentes de empleo adicionales, es decir, una caída del 13.3% en comparación con el 2018. Para 2021, el sector recuperó 43,000 empleos, pero aún lejos del mejor año.
Manuel Pérez, del Inegi, señaló que las cifras referidas indican que en 2021 hubo un crecimiento, pero no se puede hablar de recuperación. “Con los puestos de trabajo es mucho más fácil ver lo que ocurre cuando hay una caída y cuando hay un crecimiento y ver hacia qué niveles regresa el sector”.
Explicó que la cantidad de empleos que se redujeron en 2020 es comparable a las cifras de 2009 (1,23 millones de empleos), y el crecimiento de 2021 es comparable a las cifras de 2008. Lo anterior indica que ha habido una regresión de al menos una década en la generación de empleos desde la cultura.
Dentro de toda esta dimensión de cifras, explicó Marissa Reyes, “habría que ver un trabajo más cualitativo, una caracterización más fina de los puestos de trabajo, es decir, si los puestos son temporales, si son permanentes, cuántos tienen beneficios y cuáles tipo. Toda esa parte será importante porque nos daría el aspecto de ese número. Con la pandemia empezaron a salir más estudios sobre el estatus del trabajo de la cultura y hay que ver cómo bajar esa información para incidir en la política pública”.
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