lunes, 26 de diciembre de 2022

Hacer cine de una forma colaborativa y variada, procura Marco Polo Constandse

Fotograma de la cinta de David Solana seleccionada por Sundance, Heroico.


Por: Juan Ibarra

Marco Polo Constandse lleva ya varios años procurando hacer cine de una forma colaborativa y variada, enfoque que ha ganado gracias a haber desempeñado varios roles dentro de la industria. El mexicano fue asistente de dirección en películas como Once upon a time in Mexico de Robert Rodríguez; los dos volúmenes de Kill Bill, de Quentin Tarantino; o Matador de Richard Shepard; mientras que como director estuvo a cargo de Cásese quien pueda y La boda de Valentina.

Sin embargo, la labor más amplia que ha tenido Marco Polo dentro del cine ha sido la de productor, siendo también fundador de la casa Filmadora Nacional que más tarde se convertiría en Filmadora, y que ha sido la responsable de series como Un extraño enemigo, o el documental Los Tigres del Norte de Amazon. “Me convertí en productor un poquito por accidente. De joven estudiante de cine quería dirigir y mi carrera se dio de una forma más tradicional, a la vieja usanza, de haber estudiado cine y después empezar a trabajar en el set”, contó en entrevista.

Por aquella época muchas películas estadunidenses se estaban filmando en México, de modo que sus primeros pasos los dio formando parte de grandes producciones internacionales. “Curiosamente descubrí que el camino de asistente de dirección, a pesar de a lo que suena, te lleva menos a dirigir y más a producir, porque es como una extensión del área de producción”, señaló.

Ya encaminado, Constandse siguió trabajando como productor de cine. Películas como Sultanes del sur, Más negro que la noche, Camino a Marte, y Después de Lucía se cuentan entre algunos de los títulos en los que el productor trabajó. Marco Polo había encontrado gusto en colaborar con otras personas, hasta que tuvo la oportunidad de dirigir.

Su primera película, Cásese quien pueda, fue un éxito en taquilla. “Cuando haces algo que funciona, más allá de que te resulte a tí, si le surte efecto a los demás; como que se abrió esa posibilidad de poder dirigir lo que quisiera. El eterno tema de levantar financiamiento se acabó, como director podía hacer las películas que quisiera, pero había descubierto en ese momento que me encantaba producir”, indicó.

Así que Constandse no dejó su trabajo como productor, añadiendo colaboraciones a su lista con cineastas como Michel Franco, Issa López y Gabriel Ripstein. “Con grandes cineastas y con géneros y temáticas que probablemente no habría tocado como director”, admitió.

Del gusto por dicha actividad surgió hace alrededor de 14 años Filmadora Nacional, la casa productora que inició como un proyecto amistoso. “Surge originalmente de una compañía que nunca hizo nada, éramos Tony Dalton, Abelino Rodríguez, Rodrigo Peñafiel y yo. El sueño era hacer una casa productora que hiciera películas de presupuestos pequeños, y que filmáramos una tras otra para mantener costos bajos. Ese era el sueño”, dijo.

Con el tiempo cada miembro terminó centrándose en otros proyectos, excepto por él y Abelino, con quien inició Filmadora Nacional. “Quería que Filmadora Nacional, el nombre, fuera una cosa que se sintiera más como un estudio que una casa productora de Marco Polo Constandse, sino como un semillero. Entonces para mí era importante que el nombre no fuera una cosa personal, sino una cosa más como un estudio, que permitiera mucho la coproducción y la colaboración”, recordó.

Pero en 2018, tras años de colaboración, ambos socios tomaron otros caminos. “Y quería seguir contando historias, y empezaba el mundo de las series. Y me fusionó con Ring Central, que son Pepe Nacif y Ramiro Ruiz, que ellos venían también de hacer películas, documentales y habían hecho una serie de Amazon en México que fue Diablo Guardián. Yo estaba terminando Un extraño enemigo, y como que fue muy natural”, contó.

Por la parte de sus nuevos socios había títulos como Güeros o una película de policías de Alonso Ruizpalacios, así como los documentales Todo el poder e Ilusión nacional. “Había mucha afinidad entre los tres. Había ese balance entre los tipos de proyectos que ellos hacían y los que yo hacía y que quería seguir haciendo”, señaló.

Los tres también tenían una visión similar sobre el cine y las historias que estaban interesados en contar. “Como que era fusión de productores que no teníamos miedo de brincar a lo comercial y lo autoral, porque había una necesidad de apoyar a cineastas con voces, pero al mismo tiempo tratar de encontrar una sostenibilidad como casa productora que sólo se puede lograr si balanceas entre ambos cines”, indicó el productor.

Otra de las intenciones de la casa productora surgida de la fusión era la de “ser sustentables y sostenibles. Tenemos la ventaja de que nos gusta el cine comercial”, destacó. Esa relación con las distintas formas de hacer cine también ha dado ventajas a la labor de Filmadora. “Nos ha permitido siempre estar cercanos al talento. Y esa podría ser la directriz más importante, que a nosotros, Filmadora, siempre la hemos considerado una casa de talento, y éste se acerca a los proyectos cuando hay confianza de que podemos levantarlos, y que también apoyamos y permitimos la creatividad”.

A partir de la llegada de las plataformas de streaming y conforme los proyectos iban creciendo, además de haberse fusionado con Ring Central, el calificativo nacional dejó de tener sentido. “Y también una de las intenciones como casa productora era tratar de depender cada vez menos de los estímulos fiscales o recursos estatales; porque el mercado estaba creciendo, porque había inversión privada –hay–, entonces también dejaba de ser una cosa como nacional”, señaló.

Marco Polo considera que una de los aciertos que ha tenido Filmadora con sólo cuatro años de existencia es precisamente su disposición a trabajar con otras personas. “Nos ha funcionado muy bien la colaboración, coproducciones muchísimas con otros productores u otras casas. Estamos muy abiertos a la recepción de talento. No sólo estamos cimentados en la emoción, o en la ideología de Filmadora, sino que se nutre de la gasolina de más”, dijo.

El año 2022 fue positivo en muchos sentidos para Filmadora. Entre los estrenos que tuvieron están títulos como el largometraje La caída, el documental de Los Tigres del norte y la segunda temporada de Un extraño enemigo en Amazon; también está la serie documental América vs América de Netflix, y las películas Enfermo amor y No abras la puerta disponibles en Vix.

“Estamos convencidos de que cuando las historias están bien hechas, están bien contadas, funcionan con el público; más allá de algoritmos o de modas”, destacó Constandse. Entre los proyectos de Filmadora próximos a estrenarse está La cocina de Alonso Ruizpalacios; Familia Nacional de Marcelo Tovar; y la cinta de David Solana seleccionada por Sundance, Heroico.

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