Por: Reyes Martínez Torrijo
El escritor Juan Rulfo se consagró con sólo dos obras: la novela Pedro Páramo y el libro de cuentos El llano en llamas. En algún momento de su vida intentó escribir otra larga narración que se llamaría La cordillera, según datos que se desprenden del volumen Una mentira que dice la verdad, informa Víctor Jiménez, director de la Fundación Juan Rulfo.
En el título, coeditado por la fundación y Editorial RM, dice el arquitecto a este diario, “se va colando un tema que siempre ha sido un misterio, pero creemos que nos aproximamos mucho a qué está detrás: el proyecto que anunció algunas veces y nunca concretó de una novela que se llamaría La cordillera”.
Jiménez relata que en entrevista con la periodista Cecilia Treviño, Bambi, que esa obra que ocurriría en cierta región de Jalisco, era una novela de carácter histórico y un poco de denuncia del mundo injusto de los criollos que oprimieron a los indígenas. Volvería a retomar ese tema en otras entrevistas y textos, y lo fue trasladando más al norte de Jalisco y después a Zacatecas y Nayarit, y ahí lo dejó.
En un punto, Rulfo se declaró incapaz de crear un personaje indígena; “sin embargo, en uno de sus últimos textos, donde aparece el movimiento de 1968, que está publicado desde hace mucho, ‘El descubridor’, hay un personaje que al principio se llama Candelario José y luego Candelario Lepe, que es un indígena que viene de Zacatecas a la capital, no habla español y termina en la cárcel.
“Es muy inteligente y aprende rudimentos de cuestión jurídica, se hace abogado práctico, digamos, y sale de la cárcel. Su interlocutor, que podemos deducir que es un antropólogo, le va a pedir que lo ayude sacando a sus hijos y otros que fueron aprendidos en el 68; esto, en la obra El gallo de oro y otros relatos.”
Jiménez destaca que es muy interesante porque sí es un personaje indígena, pero Rulfo se vale de una estratagema: lo convierte en hablante del español para meterse en su mente, pero además es un indígena peculiar, porque comienza con su interlocutor pidiéndole le extienda un certificado de que ya no es indígena, porque está harto de la discriminación. Es un texto muy bueno y muy duro sobre el racismo mexicano, un tema que brilla por su ausencia en las letras.
Concluye sobre este tópico: “Hay suficientes indicios en lo que dijo Rulfo de por dónde iba La cordillera. A nadie se le ocurrió que fuera una novela histórica que ocurre en el siglo XIX o XVIII y que su tema es la represión que sufren los indígenas de parte de los españoles y sus descendientes que llegaron a estos pueblos. Ese es un ángulo que no es de poca importancia” en Una mentira que dice la verdad.
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