El freestyle, término que se refiere a la actividad de crear y lanzar rimas que en la mayoría de los casos son improvisadas y no escritas, ha cobrado auge entre miles de jóvenes mexicanos debido al impacto de sus competencias, siendo Red Bull la más destacada.
La también llamada Batalla de los Gallos lleva varios años realizándose en el país y ha convertido a tipos como Aczino, Lobo Estepario y Jony Beltrán en grandes referentes de los versos, pues, al consagrarse a nivel local, tienen la oportunidad para participar en el certamen internacional donde España, Colombia y Argentina, entre otros países de habla hispana, también aportan a sus campeones.
“Siento que la mayoría de los que hacen freestyle siempre lo ven como objetivo; los que están en las plazas, en los parques, los que apenas quieren empezar… La mayoría de los que conozco quieren estar aquí. Creo que influye mucho el hecho de que tiene su trayectoria y organización, que lo ven como objetivo”, reconoce Karey, la única mujer en llegar a la final de Red Bull México en la edición 2020.
Por su parte, Rapder, ganador del certamen local que irá a competir contra otros ‘gallos’, asegura que “Red Bull es el trofeo que todos quieren, tanto a nivel nacional como internacional. Es una puerta muy grande. No deja de ser una competencia que te da visibilidad mundial; seas primera ronda o quedes campeón, es una oportunidad magnífica para demostrar tu talento”.
Este deseo de llegar al podio de la competencia que lleva el nombre de una bebida energética es algo común entre los freestylers, pues muchos llevan años intentando consagrarse, como Skiper, un joven de Monterrey que comenzó a batallar en el 2017. “Ganar una Red Bull internacional sí sería la corona más grande; ya he participado en distintos escenarios, competencias, y Red Bull es la que te sigue poniendo nervioso”.
Palabras como golpes
“Cuestión de profesionalismo. Creo que todos los participantes tenemos entendido que es nuestro trabajo; lo puedo comparar con el box: tu sabes que te vas a subir al ring a que te peguen putazos. Nos pagan por insultarnos. Es algo que hasta cierto punto normalizas, es el profesionalismo de saber que es tu trabajo”, señala Rapder sobre la forma en que evita ‘engancharse’ tras un duelo con un colega.
“Yo he dicho cosas que no he tenido que decir y las veces que lo he hecho he pedido disculpas públicamente. Las palabras quedan ahí, tenemos que responsabilizarnos”, asegura Lancer Lirical, un venezolano que fue campeón de su nación en 2016 y que este año participó en la competencia mexicana.
Ante estas ofensas, Jack Adrenalina, exponente con amplia experiencia en el mundo de las batallas, procura estar “tranquilo en mi vida personal, nunca le doy peso a lo que una persona dice porque afuera hay cosas más fuertes que una rima”.
Confianza y entrenamiento
“Es cuestión mental. Si queremos estar dentro de esto, tienes que atenerte a que te puedes presentar en varias situaciones; si te sugestionas tu solo, te puede traicionar la presión. Es cuestión de relajarte. Solo confiar en ti y disfrutarlo, que todo fluya”, expone Karey sobre cómo se mentaliza para los duelos.
Asimismo, Skiper señala que “entre más preparado llegues, más confiado te sientes. Yo soy de las personas que se ponen nervioso, pero a mí los nervios se me quitan divirtiéndome; me pongo a reírme con mis compañeros, a ver videos que me den risa. Antes del evento me pongo canciones de Rocío Dúrcal, de Luis Miguel, del Buki… me pongo a bailar y siento que me estoy sacudiendo los nervios; me pongo en ese modo de ‘Vamos a divertirnos’”.
Lancer, quien ya probó el podio de una nacional y la presión de una internacional, recomienda a las nuevas generaciones "olvidarse de los paradigmas, de las historias, de las derrotas. Si ganas, vas a estar feliz; si pierdes, vas a pensar en las consecuencias. Olvidarse de ese pedo porque cualquiera te puede ganar, pero le puedes ganar a cualquiera. Si ganas, lo vas a aceptar de la manera correcta y, si pierdes, también”.
"Creo que el único consejo que puedo dar de no hacer nunca, es jamás perder el contacto contigo. Eres la pieza más importante. Si yo no estoy aquí sentado, no me entrevistas; mi persona es más importante que mis respuestas", concluye Jack.
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